jueves, julio 12, 2012

Si te levantas, cuidado.

No lo entiendo, no lo entiendo y nunca lo entenderé. Cuando una persona se enerva, se cabrea, se impacienta y sus palabras se vuelven gritos disfrazados de un dolor tan profundo que se clava en el pecho, cómo otra puede estar paciente y sereno mientras alguien se derrumba. El único sentido que le veo es la más fragante ignorancia, o la pasividad, o simplemente que le importe una mierda. Si, he dicho le, sí, la deixis del emisor, sí, el texto sin duda será modalizado. Mi profesora estará orgullosa de mi al saber que soy capaz de reconocerlo, espero que sea consciente de que no me dio tiempo de acabarlo y no por ello entender que no lo dominaba. No señora A.R., entendía el texto pero no me dio tiempo ni a acabarlo ni a repasarlo. Pero vayamos a lo importante, ¿POR QUÉ? ¿Por qué seguir inmóvil? Una amiga de ambos un día me dijo que era su manera de ser, mostrar una cierta dureza, parece ser que tratarme mal es la manera de demostrar cariño. Perfecto, señores, vean y comenten, ahora para demostrar amor hay que ser duros, implacables y si se puede algo cabrones, porque así es como se conquista.

 Pero al margen de cualquier conquista (mire, he puesto un estructurador de las ideas y no del texto, un minipunto para mi), ¿por qué dejar que los demás sean los machacados mientras tú te quedas impasible y con la actitud de todo me da igual? ¿Por qué? Supongo que será por la comodidad, la comodidad porque debe de ser que un hombre no puede mostrar sus sentimientos, será que no los conozco, simplemente me he criado con todos los amigos gays de mis padres (que no eran pocos). Debe de ser que no conozco a los hombres cuando estuve a punto de casarme con uno. Sin embargo (mejor este que otro), sin embargo debo haberme quedado vieja y parada. porque no conozco a los hombres y no soy amiga de un grupo de rock, ni una gruppie, vamos, porque he superado la adolescencia. Ya está, no molo porque he superado la adolescencia y no comprendo a los hombres.... ¿Y qué hay de la ironía? Parece ser que todos se respaldan cada vez que dicen algo en la dichosa ironía... ¡No! No sirve, no, todo no es irónico. Todo no puede ser fruto de la puñetera ironía. Necesitamos más que eso. Necesitamos mucho más.

 Superas un desengaño, te enfrentas a la vida y te dan por delante, por detrás, te hieren una y otra vez, y cuando te das cuenta, cuando estas sacando la cabeza de un hoyo, te encuentras que el que intenta agacharte no es más que un íntimo amigo, porque no puede mirar que los demás necesitamos tiempo. ¿Qué hay de la amistad sincera entre amigos? ¿Qué hay del ''los amigos no se juzgan, porque los amigos te eligen''? ¿Qué hay de todas esas cosas? Pamplinas, y más pamplinas. Los amigos, como cualquier otro ser del mundo, te juzga, te critica y te hunde si puede. Y si es un hombre y tu una mujer, se cebará de todos los tópicos habidos y por haber con tal de quedar como un ser respetable y tú como una mujer al borde de un ataque de nervios (esta se la he robado a Almodovar).


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