Y el destino tenía preparada otro final.... ÁDIOS.

Esperaba que te quedarás conmigo al menos unos días más o unos meses o incluso algún año ahora que por fin, ya no estabas tan mal pero... te has ido cuando manteniamos la esperanza de tenerte cerca, de verte recuperándote de manera sobrehumana. Es mi sino, ver irse a los que más quiero, ver como poco a poco no va quedando nadie a mi lado. No puedo decirte nada, que siento no estar contigo en Torrelavega dándote el último ádios, que siento no poder decirte lo mucho que te quiero, lo mucho que he disfrutado de niña a tu lado, lo bien que has aguantado mi adolescencia, y animado cuando te contaba las locuras que había hecho o pensaba hacer. Me queda el recuerdo de tu voz clavado en mi mente, resuena poco a poco en mi ser, me quedan miles de imagenes de ti y de mi, me quedan tantas cosas, tantos recuerdos que no se irán nunca. Siento tanto no estar contigo para acompañarte hasta el final, lo siento tanto pero espero que estes donde estes sigas o no con nosotros, espero que sepas que te quería muchísimo, que te quiero muchísimo, tanto que duele, que siempre estarás en mi corazón, en mi vida y que formas parte de mi, de lo que soy ahora.

Te quiero muchísimo tío Juan,

Hasta pronto.

No me digas aún adios.

¿Por qué todo sale siempre tan mal? ¿Por qué estoy tan sola? Parecía todo tan sencillo cuando nací, vivir poco a poco, sintiendo que todo era eso, respirar. Y ahora es tan dificil, ahora duele tanto pensar que no quiero respirar, porque cada día duele más sabiendo que otro ser amado esta en otra cama de un hospital de Santander sabiendo que los días pasan amargamente y puede que cada uno de esos sea el último.
Aún no sé decir adios, y lo peor es que cada día se convierte en lo único que hacemos, pensamos o decimos. Cierro los ojos, y está ahí conmigo, cada tarde a las 17.00h hasta que fui tonta, adolescente, y me fui, y ahora que quiero estar con mi tío Juan no puedo, ¿qué hago con tantos recuerdos? ¿Qué debo decir, pensar o sentir? Porque lo único que pienso y siento es que la vida es una mierda, porque esperaba tenerle un poco más, esperaba, esperaba que sobreviviese unos años más, para disfrutar de todo juntos, esperaba poder invitarle a tantas cosas y poder hablar con él en cada cumpleaños,... Ahora mis recuerdos estarán plagados tardes jugando en la tienda con una noria de muñecas viejas, cosiendo con mi tía y arreglando papeles con él. Escondiéndome bajo las escaleras, haciendo tantas cosas que ya no podré hacer.

Te quiero mucho, espero que pases el trago y lo superes aunque los médicos digan que no puedes, de verdad que lo espero, te quiero.