domingo, enero 21, 2007

Prólogo

Me desperté, estaba agotada en la cama, había dormido 11 horas pero aún estaba cansada. Era imposible pensar que después de 11 h estuviese cansada, pero es imposible dormir soñando y... no quería pensar pero mi mente me jugo otra mala pasada y pense. Es duro, lo he heredado de mi madre, creo que es lo que se llama herencia; yo esta herencia no la quería tener... pero la tenía. No podía hacer nada, no podía pero aún así deseaba gritar y maldecir esa estúpida herencia.
Era una mala época, estaba rota, realmente llevaba muchas malas épocas. Y aún en la cama, cada momento me hizo una herida aún más profunda.

Todo empezó el día en que me enamore, aunque podría decir que empezó el día en que me di cuenta que amaba a alguien que ya no me quería. Me enamoré hace casi 5 años, y aún no he dejado de amar. El año pasado, se rompío. Fue como un golpe seco torturándome, un golpe seco y duro. En ese mismo momento sentí un puñal sobre mi corazón pero la pena que me mato aparecio tiempo después. Estaba unida a mi amor hace tanto tiempo que ya no sabía que era vivir sin él, sin mis pensamientos y mis sentimientos; perdí en un momento todo lo que jamás había tenido.
Cada momento era crucial, cada segundo me recordaba otra vez lo sóla que estaba. En un acto de desesperación algunos meses después encontre a alguien. No era amor y lo sabía, no era nada, pero a la vez suponía algo que había perdido. Fue más bien un toma y dame, un romance pasajero, sin sexo pero un romance. Descubrí que aún podía ser romántica. Me perdí entre sus caricias y sus besos, disfrute de cada abrazo y cada confesión... volví a sentir. Pero creo que como todo, acabó. Al fin y al cabo sólo era un romance, quizá por eso lo recuerdo con tanta ternura.
Y no perdí el tiempo, encontre a mi hombre de transición. Un ser dificil, un ser complicado. Creo que ha sido la relación más tortuosa que he tenido. Acabo y mal. Pero no me importo, no me importaba nada de lo que pasaba. No la recuerdo, esa relación no la recuerdo, pero sé que se acabo con el verano.

Entre medio de todo el movido panorama me cruce de nuevo con él, ese hombre que me destrozó, ese hombre que supuso la peor de mis experiencias y la mejor de ellas. Puedo sentir, pude sentir hasta que volvi a torturarme con jornadas de sexo ininterrumpido y confesiones de amor que llegaban meses tarde. ¿Qué podía hacer? Sentarme a mirar como todo lo que había soñado se cumplía o tirarme al precipicio intentando no caerme.
Me tire, decidí volar, soltarme de las garras del amor para volver a enamorarme con más fuerza. Y creí volar, con un trabajo, una vida social más viva que nunca; pero como todo... sólo se quedo en un cuento de hadas con final. Con un final triste y áspero, no podía imaginarlo.

jueves, enero 04, 2007

No quiero retirarme

''O das un paso adelante o das la vuelta y te marchas, podría dejarlo pero pasa una cosa... que me encanta el terreno de juego''