sábado, septiembre 19, 2009

Historias propias

No deseo decir nada, ni hablar de nada, ni pensar en nada. Parece que todo vuelve a ser una locura sin mano que orqueste esta vida loca de alguien que ya no sabe que ser ni que sentir ni que pensar. Valencia ha vuelto a tener su color de siempre y yo he vuelto a quedarme estancada. La rutina da nombre de nuevo a mi yo, y no sé que hacer. Otra vez recorreré los mismos pasillos, pero sin las mismas esperanzas ni la misma ilusión que la primera vez. Nunca olvidaré ese lunes a las nueve de la mañana de hace demasiados años como para decirlo, esperando a la entrada de la 201, demasiados sentimientos y demasiadas esperanzas de lo que sería los meses siguientes o los años siguientes. Aunque nada de eso fue verdad, todos mis sueños se rompieron poco a poco y ahora no sé si algún día puedan ser, de nuevo, verdad. Dejé olvidado en un lugar de esa universidad tantas cosas que nunca podré recuperar, perdí amores y me desilusioné de tantas formas que sería una locura nombrar. He llorado tantas veces en la cafetería y los pasillos, por amores, por suspensos, por impotencia, por amigos que se fueron; reí por los que vinieron, por aprobados, por revistas que me aburrían, por jóvenes universitarios que sentían la misma pasión que antaño... por tantas cosas. Y es que no sólo pensamos en ser, ni tampoco somos, sino que vivimos. Tantos de nosotros vivimos allí, hacemos planes, nos desnudamos para otros, nos reímos de nosotros mismos, nos desesperamos y todo es tan perfecto porque lo imaginamos.

Pero... después de tantos años, quiero salir fuera y darme cuenta que todo no es así, sufrir y reír, ser independiente, salir de esta burbuja que comienza a ahogarme y darme cuenta de todo lo que otros me contaron. Creo que es hora de vivir mi propia experiencia, salir al mundo con una dulce sonrisa y vivir, solo vivir. Quiero realizar los pocos sueños que aún siguen vivos y destrozarme por otros que nunca se cumplirán... porque no todo se hace realidad como en los cuentos que tantas veces nos contaron. Nuestros propios cuentos son la pequeña realidad que aún queda por contar: contemos lo que somos, lo que esperamos, lo que nunca vendrá y lo que aún está aquí.

domingo, septiembre 13, 2009

Amo las noches en que lo prohibido es la realidad

No quiero ser otra más, otro nombre tatuado en la pared de tu memoria. Pero entre drogas y alcohol los sentimientos quedaron fuera y nos tatuamos la lujuria entre mentiras y verdades, fantasías perdidas entre sueños oscuros. No recuerdo tus manos, ni como aparecí desnuda en las escaleras de mi casa. Recuerdo tus besos, tu pasión incontenible, la nada entre todo. Recuerdo tu mirada penetrante, recuerdo tus labios en mi cuello y recuerdo el ser y no ser lo que soñé. Puedo verte en mi a cada momento, tu marca en mi piel. Pero también puedo ver el olvido, la ignorancia, la pasión que nos llevo allí y la realidad que vuelve de nuevo a nosotros.
Despertamos entre desconcierto y arrepentimiento barato sabiendo que jamás olvidaremos el polvo en unas escaleras del carmen, los besos locos entre calles mientras tu me tirabas contra la pared, con fuerza, la pasión incontrolada que nos llevo a ese lugar en ese momento.

Recuerdos de otra noche entre alcohol, drogas y ....

viernes, septiembre 11, 2009

noooo

Las ventanas abiertas de par en par, la música cada vez más estridente y más alta... no espero ni quiero nada, no pienso ni debo pensar, pero no puedo evitar preguntarme que me ocurre, como una colegiala esperando una llamada que no llega, no veo su estación tras de mi ni tampoco siento que debo sentir pero quiero sentir. Me pregunto y no siento, me pregunto y me apago como si de un ordenador se tratase. Grito, cada vez mas alto, cada vez mas fuerte pensando que todo aparecerá frente a mi con un leve grito de locura y aturdimiento. No puedo ni correr ni saltar si quiera estirarme. Pero sigo gritando con los brazos en alto como si fuera a atrapar las estrellas con mis manos dentro de mi habitación. Miro a la calle entre los ventanales de mi balcón, esperando que mis ojos traspasaran las paredes y me diesen las respuestas que no encuentro. Y me desespero sin saberlo, y me agobio pensado desde la tranquila angustia de no saber nada. Quizás solo sea un intercambio de nada, de apuestas que no llevan a ningún sitio, de mentalidades muertas que buscan no estar solos, quizás estoy sola en este mundo y quizás solo soy el segundo plato de un primer plato defectuoso, o el plato defectuoso de una carta mal hecha.
Quizás no quiero ni chillar, ni pensar, ni preguntarme memeces que me llevan a sospechar que no soy nada, un halo de luz que se pierde entre el sol a media mañana. Pero ahora el sol se esconde entre pareces ocres y pienso que quizá ahora una pequeña luz resplandeciese con la dulzura y el candor que se espera de esa pequeña sensación.

Solo estoy esperando que lo impredecible se cumpla, pero debería recordar que las excepciones son mentiras que amamos, dejaré de pensar, seguiré chillando y recordándome que la estridente música puede apagar los pensamientos que desbocan mi mente como un volcán sin lava que escupir.

miércoles, septiembre 09, 2009

. Father and son. CAT STEVENS

. I will survive. GLORIA GAYNOS

. Lets get it on. MARVIN GAYE

. You´ve got to hide your love away. THE BEATLES

. The Letter. THE BOX TOPS

. Sunny Afternoon. THE KINKS

. My generation. THE WHO

. We will rock you. QUEEN

. London Calling. THE CLASH

. Menos Mal. KOMA

Sueños del ayer, .... del ahora

SESION CONTINUA (Ismael Serrano)

Eran días de algodón de azúcar,
pantalón corto y lluvia mojando un verano azul.
Eran mis primeros días de cine,
las primeras cicatrices que el amor tatuó en mi piel.

Cada sábado puntual en el Excélsior
alimentaba mis sueños de dos rombos la taquilla.
Una muchacha que vendía las entradas,
que partía en dos mi alma al sonreír tras el cristal.

Y cuando en la pantalla rugía al rescate el Halcón Milenario,
yo era Han Solo y ella Leia dándome mi cambio
y dos entradas para el cielo y a mi lado Indiana Jones,
perdido, buscando el tesoro que escondíamos tú y yo.

Sesión continua a tu lado, yo soy tu octavo pasajero,
paseando en la Nostromo, buscándote para anidar en tu pecho.
Mi corazón daba piruetas como un poseído Bruce Lee
cuando se encendía la luz y te encontraba allí.

El tiempo pasó. Cerró el Excélsior
y en su lugar han abierto un súper del que ya te hablé.
No lo encontrarás en la cartelera,
no iluminan la Albufera sus carteles de neón.

Todavía cuando voy al cine
busco su mirada triste alumbrando la taquilla.
Pero el cristal sólo me devuelve
el reflejo de este niño que se empeña en no crecer.

Y cuando en casa ruge en la tele el Halcón Milenario
sigo siendo Han Solo y ella Leia entre mis brazos.
¿Quién sería el que te raptara?
¿Quién me robó las entradas centraditas y en mis sueños
para ver tu cuerpo arder?

Sesión continua lejos de ti. Sigo siendo tu octavo pasajero
paseando en la Nostromo. Buscándote para anidar en tu pecho.
Cuando se enciende la luz, como el viejo Woody Allen,
quedo solo y descompuesto pues te busco como antes.

Y cuando en la pantalla ruge al rescate el Halcón Milenario
sigo siendo Han Solo y ella Leia entre mis brazos.
Me acompañan en la huida
la pobre bruja Avería,
Naranjito, E.T. y Fantomas,
mi negativa a crecer.

Sesión continua lejos de ti. Yo soy tu perro callejero
de patrulla por el barrio, buscándote para anidar en tu pelo.
Me ha atrapado el lado oscuro.
Hoy regreso a tu futuro
para buscarte en mis sueños,
para ver tu cuerpo arder.