domingo, agosto 10, 2008

Maybe... I hate me... sometimes...

       He experimentado el odio, odio pocas cosas pero las que odio son tremendas. Odio las sesiones de las 6 de la tarde en el cine los domingos, lleno de críos, de viejecitos, de charlatanes, de domingueros sin planes, de parejas que creen ser felices, de parejas que no son felices y de otras muchas que se engañan por compasión o porque no quieren quedarse solos. Odio las terrazas de verano llenas de chicas 10, con sus cuerpos perfectos, su sonrisa perfecta y su simpatía perfecta, siempre espero encontrarme con alguien imperfecto como yo, pero creo que no existe. Odio todo lo que me rodea, odio todo lo que representa ahora mi vida. Volver a todos esos sitios y encontrarme sola, seguir esperando y seguir estando sola. Anoche me reencontré con mi pasado, le mire y casi lloro… de amor, de odio, de ingenuidad, de terquedad, de nostalgia o de simple emoción, me reencontré con mi pasado y este se perdió. ¿Dónde? No lo sé, pero se perdió. Quizá entre mis últimas copas, quizá entre mis últimas risas o nuestros últimos desengaños amorosos. Quizá nunca aparecería. Quizá ni siquiera existe.

      A veces espero que todo sea una farsa, una farsa de mi mente y mi corazón, un odio tremendo a mi misma. Sólo necesito huir de mi, de mi mente, de mi cuerpo, de mi casa, de mi vida… conocerme. Dejarlo todo. No es miedo, ni odio, ni nostalgia, ni tristeza, ni tampoco rencor, ni desesperación,… es incapacidad para soñar, para vivir. Estoy en una cárcel, entre barrotes que me condenan a una muerte segura, y necesito cambiar entre estos barrotes. Quizá suene superficial y vano, o cruel o políticamente incorrecto pero… anoche creí morir, no por el pasado, no por el futuro sino por el presente. Odio mirarme a los espejos, huyo de ellos y anoche decidí salir con una modelo, y dos bellezas… tres compañeras. Creí morir, ni mi camisa de italiana, ni mi conjunto Andrés Sardà, ni mis bimba&Lola, ni mi lollipops. Nada consiguió que no muriera, ni el alcohol afecto mis venas. Seguía siendo yo carcomida por mis complejos. Odio mis complejos,  


           ME ODIO, Y ESO ES LO QUE MAS ODIO, QUE ME ODIO.... a veces....

miércoles, agosto 06, 2008

¿Por qué todo habla del yo?

  Parece muy tópico el sentir. Es tópico el creer sentir. Yo soy, yo siento, yo pienso, yo creo. ¿Todo se basa en el yo? ¿Todo rodea al yo? A veces pienso que no sabemos ser o sentir o creer o pensar o vivir sin basarlo todo en nosotros mismos. A veces nos encontramos hablando con un par de amigas y sin querer decimos: ´yo pienso´ ¿Y eso que importa? Ayer me ocurrió algo insólito, la vida se resume en el ayer, en el ahora y en un mañana. Hace mucho tiempo salía con un grupo de amigos, éramos felices o lo intentábamos… las vidas de unas 10 personas que en un principio no tenían nada que ver y como en todos los grupos se formaron parejas… unas con mas suerte, otras con menos, unos esperaban y otros huían de posibles encuentros. Bueno pues, como en la mayoría de grupos el mío se distanció…. Algo normal, y la distancia nos olvido, comenzamos a vivir vidas distintas… unos se casan, otros se van y algunos se soportan. Bueno pues el ayer me visita ahora. Ayer hable con una amiga, una muy buena amiga y hemos quedado para esta tarde. Esto quiere decir que… ¿el pasado esta a la vuelta de la esquina? ¿Nuestras vidas pueden hacer un hueco al pasado? Hemos crecido pero… ¿podemos ser otra vez lo que éramos? Yo prefiero pensar que sí, demos una oportunidad al pasado y esperemos que todo sea solamente, distinto. Esperemos que al ser mas maduros, mas adultos, menos locos… seamos distintos.

 Sinceramente, no sé que ocurrirá ni tampoco pretendo someterlo a un juicio serio y duro de las dos partes de unos sentimientos… creo que lo mejor es solo vivir. Vivamos este verano, vivamos lo que nos queda de año, y vivamos, solo vivamos. Aún queda la mejor parte de este todo. Seamos Samantha, olvidemos lo demás y solo riamos, y disfrutemos de todo. Ese es mi truco, disfrutemos de cada momento, acabo de descubrir que también puedo disfrutar de mi trabajo, reírme de sus altibajos y decir tonterías. Puedo disfrutar de mis estudios y puedo disfrutar con mis amigos. ¿Qué me impide el ayer? No esperemos algo, es mejor no esperar nada.