martes, marzo 24, 2009

Josefina R. Aldecoa

 
 Hace unos meses descubrí como por casualidad en unas de mis clases en Londres a una escritora que hablaba sobre tiempos pasados, mujer de un fantástico maestro en el tema, ella había tomado su apellido de él y le completo con su nombre. Ella es Josefina R. Aldecoa. 
 Como por arte de magia sus obras se fueron tendiendo sobre mi, empece leyendo Historia de una maestra, ahora acabo de acabar Mujeres de negro, la continuación de esta y al otro lado de la mesa me espera La fuerza del destino. Con su prosa suave, fácil, llena de psicología y sentimientos me ha envuelto en una historia que nunca me ha sobresaltado ni me ha llamado la atención. La Guerra Civil española, nunca me he fijado en ella, nunca me ha gritado para leer voluntariamente datos e historias a cerca de este momento histórico tan nuestro y tan ajeno a la vez. Pero Aldecoa ha conseguido acercarme más a él, a través de Gabriela en el primero de estos tres libros y ahora con Juana, la hija ya universitaria de esta. Las cosas son tan diferentes y yo me siento como Juana en este país que me acoge, llena de momentos nuevos y con historias diferentes. En este país tengo amigas que huyeron de sus países para refugiarse de guerras que les roban la vida, numerosas conversaciones acerca de política y sentimientos encontrados. ¿Por qué a veces la vida es tan igual aunque las circunstancias y los años cambien? Ayer estuve hablando con un amigo sobre la humanidad, sobre la poca fe que últimamente se tiene en la civilización y la humanidad. El decía que estamos predispuestos a caer en decepciones y engaños una y otra vez. Los libros nos dicen que es cierto, que los problemas son siempre iguales... aunque los tiempos cambien.

  (Gracias a los libros de Josefina R. Aldecoa, he encontrado una amiga entre sus palabras)