martes, noviembre 02, 2010

No me digas aún adios.

¿Por qué todo sale siempre tan mal? ¿Por qué estoy tan sola? Parecía todo tan sencillo cuando nací, vivir poco a poco, sintiendo que todo era eso, respirar. Y ahora es tan dificil, ahora duele tanto pensar que no quiero respirar, porque cada día duele más sabiendo que otro ser amado esta en otra cama de un hospital de Santander sabiendo que los días pasan amargamente y puede que cada uno de esos sea el último.
Aún no sé decir adios, y lo peor es que cada día se convierte en lo único que hacemos, pensamos o decimos. Cierro los ojos, y está ahí conmigo, cada tarde a las 17.00h hasta que fui tonta, adolescente, y me fui, y ahora que quiero estar con mi tío Juan no puedo, ¿qué hago con tantos recuerdos? ¿Qué debo decir, pensar o sentir? Porque lo único que pienso y siento es que la vida es una mierda, porque esperaba tenerle un poco más, esperaba, esperaba que sobreviviese unos años más, para disfrutar de todo juntos, esperaba poder invitarle a tantas cosas y poder hablar con él en cada cumpleaños,... Ahora mis recuerdos estarán plagados tardes jugando en la tienda con una noria de muñecas viejas, cosiendo con mi tía y arreglando papeles con él. Escondiéndome bajo las escaleras, haciendo tantas cosas que ya no podré hacer.

Te quiero mucho, espero que pases el trago y lo superes aunque los médicos digan que no puedes, de verdad que lo espero, te quiero.

No hay comentarios: