lunes, enero 18, 2010

Buenas noches amor, buenos días cielo.

Por la noche te daré dos besos, buenas noches amor -beso-, buenos días cielo -beso-. Y todas las noches antes de acostarse se acercaba cuidadosamente a ella y le decía ´por la mañana no podré besarte, buenas noches amor, buenos días cielo´ mientras ella cerraba los ojos que miraban su rostro en la oscuridad agarrada a un osito polar que le regaló cuando pocos inviernos juntos.

Soñaban con días infinitos, con miradas complacientes y paraísos lejanos donde el tiempo no pasase y él pudiera besarla cada mañana con el mismo buenos días que hoy la decía a la luz de la luna. Esa luna que se convertía en sol cada noche y en luna cada mañana. Qué bonito es amar cuando el amor pertenece a ambos y qué triste es esperar cuando sólo uno de los dos espera. El gallo no canto para Romeo ni para Julieta, Aragorn no espero a su Arwen, Faramir espero demasiado a Eowyn, Dulcinea se convirtió en una ilusión para Don Quijote y yo, espero a que todas las noches vengas a mi a decirme, buenas noches amor -mientras me beses con tu mirada de dulce algodón de azúcar y me beses con la misma sinceridad que un paseo por las nubes-, buenos días cielo.


Buenas noches amor, Buenos días cielo.

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