domingo, octubre 15, 2006

Regresa



Sólo estamos tu y yo, sólo el uno frente al otro, y te miro, te persigo mientras te mueves, incesantemente entre las paredes de nuestra propia soledad, los recuerdos se suceden entre ambos, como un juego perpetuo; pero ahora, el uno frente al otro, ahora,no juegamos, ni reimos, ni lloramos, porque no hay risas ni lágrimas ni tampoco motivos para ser felices; ahora, sólo te echo de menos. Y pienso, y enloquezco porque el recuerdo es tan arduo como una vida sin sentir, ¿cómo vivir y no sentir? ¿cómo no sentirte dentro de mi? Tu espíritu corre entre las venas y me unen a la libertad de haberte conocido. No son frases sin sentido, ni simples ni tampoco emocionantes pero... tú, tú fluyes entre los huesos de la perdida, y moras en los huecos que me dejan para respirar y te observo, como majestuosamente inundas un alma ya muerta. Recuerdo como me despedi entre lágrimas, huyendo en la noche, sintiendo entre sueños tus garras, fuertes y constantes. Ahora, solo soy una despedida olvidada, alguien que te abandono entre el frío del invierno, bordeando las montañas mojadas y los susurros de la carretera; ahora sólo puedo oír en mi mente los neumaticos entre la lluvia, impasibles ante mis gritos de amargura, con visiones de una vida ya muerta. Tuve que aprender a vivir con la nostalgia que me va matando poco a poco, año tras año, cada verano, cuando vuelvo entre tus brazos y me pierdo amandote... sólo entonces, siento que soy yo, aquella niña que cuando empezaba a vivir tuvo que abandonarte.

No hay comentarios: